La música, es un arte que desde tiempos inmemoriales ha estado presente en la humanidad. Su influencia en la historia del ser humano, ha marcado las diferentes eras y ha servido para expresar las experiencias más íntimas. Ella es signo de celebración, de cultura e identidad. Es un lenguaje que conecta a todos los individuos independientemente de su lengua nativa. De ella, surgen otras disciplinas que le dan amplitud y valor como lo son la educación, los servicios sociales, la medicina y la psicología. En este sentido, la musicoterapia surge como una técnica aplicada a la música y al canto, que pretende modificar el estado de ánimo de acuerdo a la necesidad del paciente. Estimulando así, aquellos sentimientos y emociones que necesitan ser integrados para lograr un mayor equilibrio en la vida de una persona.
Beneficios de la musicoterapia
La musicoterapia es una disciplina multidimensional que permite abordar problemas del ámbito emocional principalmente, pero también de carácter intelectual y físico. A través de ella, es posible estimular las capacidades intuitivas y la creatividad. Según la necesidad de una persona, de acuerdo a su personalidad e intereses, cada individuo sentirá afinidad por unos sonidos y músicas determinadas que dan paso al terapeuta a su mundo interno.

Se ha comprobado hoy día la efectividad en pacientes con desequilibrios en el sistema nervioso, tales como ansiedad, fobias, miedos y trastornos obsesivos. Finalmente, la música ayuda positivamente a aumentar los niveles de autoestima y autonomía. Logrando que el individuo sea capaz de hacer frente a los desafíos propios de su vida cotidiana.
¿Cómo actúa la musicoterapia?
Esta terapia se suele aplicar de manera pasiva o activa. En la primera, la terapia se basa en la escucha, por lo que suele ser menos efectiva ya que el paciente no se involucra activamente con la música. Por su parte, la musicoterapia aplicada de manera activa se busca relacionar al paciente con la música a través de técnicas de coral terapéutica, resonancia de la voz, danza, movimiento y ejecución de instrumentos.

A través de esta técnica, pueden estimularse zonas del sistema nervioso y, por lo tanto, del cuerpo mismo, desde donde es posible poner en movimiento la energía estancada. Con este tipo de terapias es posible tratar desequilibrios físicos, emocionales y del sistema nervioso. Es importante que las actividades propuestas por la musicoterapia puedan ser trasladadas a la vida cotidiana del paciente para que sea mayor su efectividad.
Calmando las fieras internas
La musicoterapia utiliza estrategias adecuadas para ofrecer una salida a los bloqueos que generan ansiedad y agresividad. Con los sonidos adecuados y las piezas musicales correctas, el paciente puede drenar. Ya sea a través del movimiento, la danza y la creatividad, calmando así las violentas ráfagas emocionales que le arrebatan la paz.

Es posible calmar las fieras internas, ofreciendo la oportunidad, desde la terapia, de alcanzar un grado mayor de serenidad para observar con lucidez y objetividad la realidad. Y así, ser capaces de tomar las acciones necesarias para dar resolución a los conflictos internos. La musicoterapia ayuda al paciente a expresar su mundo interior y lograr integrar las áreas emocionales que le afectan.